Ha pasado casi un año desde que el gran Pablo Alborán visitara 'El Hormiguero' y anunciara un adiós temporal con el fin de encerrarse en su estudio y componer esas cantinelas que tanto nos fascinan: "Han sido unos años de mucho trabajo. Necesito volver a escribir sin esa presión que te dan. Me apetece observar y vivir", se justificaba por entonces.
Sin embargo, en la noche de ayer, el músico regresaba al espacio de Antena 3 y revelaba las verdaderas razones que motivaron su 'hasta luego': "Me he pensado mucho como contar esto, pero las noticias buenas tienen que empezar a hacer más ruido que las malas y hemos vivido un milagro en mi casa", comenzaba a decir.
Concretamente, el malagueño ha pasado los últimos meses cuidando de un familiar al que le habían diagnosticado una grave enfermedad: "Hemos pasado por un proceso de quimioterapia, trasplante de médula, un camino muy largo, un infierno", detallaba el intérprete de 'Saturno' resaltando que, a su vez, han "vivido la sanación, la curación y el milagro de la ciencia".

"Donad médula que salva vidas. Tengo la obligación moral de decirlo, gracias", es el consejo que el cantautor lanzaba al público, el mismo que le ha "sanado" durante ese complicado proceso.
"Tú te encerraste un mes con esa persona y el pronóstico era malo, ¿cómo se vive?", le preguntaba Motos a su invitado. "Uno pone el automático y las ganas de superar el proceso son importantísimas. Doy gracias al hospital por estar al pie del cañón, devolvernos la esperanza y dejarnos creer que las cosas buenas también suceden", confesaba el andaluz reiterando que la enfermedad, aunque "ha sido un infierno para esta persona", le ha ofrecido "una lección para toda la vida".
"Nunca olvidaré la cara de la médico que vino y la sensación. Era mágico que te dijera que se iba a ir a casa", rememoraba el artista sobre el día que su familiar recibió el alta médica deshaciéndose en halagos hacia el personal sanitario que ayudó a éste: "Están pendientes de ti en unas condiciones que no están reguladas. Están trabajando 24 horas y te están sonriendo. Tengo la obligación de decirlo por todas las personas que hacen posible que estés bien", advertía.
Cabe señalar que no es la primera vez que Alborán necesita un tiempo para sí mismo. En 2016, se ausentó de los escenarios para tratar la ansiedad que padecía, por la que necesitó de la ayuda de un profesional: "No hace falta estar mal para acudir a un especialista. Todo lo que implique comunicación te permite aprender algo y evolucionar", admitía en una rueda de prensa tiempo después.
Fotos | Antena 3
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